Relación 3ª con Otras Filosofías
Aristóteles: la esclavitud.
Según Locke, tal como aparece en el texto, el hombre accede a la Sociedad política o civil cuando renuncia al poder de ejecutar la ley natural que ya posee en el Estado de naturaleza. Por ley natural los hombres son libres e iguales. El monarca absoluto atenta directamente contra estos derechos básicos y, por ello, podemos legítimamente rebelarnos.
La aplicación directa de estas tesis supondría la condena de la esclavitud y la lucha contra esta práctica antinatural. No está claro que Locke realizase esta aplicación ni en la teoría ni en la práctica.
Aristóteles en su obra Política argumenta sobre la necesidad y sobre la conformidad con la naturaleza de la esclavitud. Parte del supuesto de que los hombres son desiguales, ya que unos son superiores a otros por naturaleza. El superior debe mandar y el inferior obedecer. Es bueno para el inferior estar sometido pues así obtiene su seguridad. Como ejemplos naturales, Aristóteles nombra a los animales domésticos y a la hembra sometida al macho por ser inferior. Es natural que el cuerpo esté sometido al alma y los animales al hombre. Por ello es natural que los esclavos, cuya actividad es el uso del cuerpo, y que no pueden dar más de sí, estén sometidos a sus amos.
La naturaleza establece una diferencia entre el cuerpo de los esclavos, que son fuertes para el trabajo, y el de los libres, inadaptados para la actividad física, pero útiles para la vida teórica y para la política. Es imposible que todos sean felices, por tanto es razonable y natural que unos, los esclavos, se ocupen de los trabajos físicos y manuales, mientras otros, los libres, ocupan su tiempo en el saber y en la política, intentando así llevar una vida desocupada y feliz.
Es evidente, concluye Aristóteles, que unos son por naturaleza libres y otros esclavos, y para éstos la esclavitud es conveniente y justa.
La filosofía de Locke está en abierta contradicción con estas tesis aristotélicas.