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La Madre del Cordero

Un lugar para el estudio y la reflexión

Platón: Sócrates

La influencia más decisiva que ha recibido Platón ha sido la de Sócrates, ya que fue su discípulo durante casi 9 años. Esta relación produjo profundas consecuencias, tanto en el pensamiento de Platón como en la amistad que mantuvieron.

Sócrates es el personaje protagonista de casi todas las obras de Platón, que adoptan la forma literaria del diálogo en recuerdo y aplicación del método socrático.

En el pensamiento de Sócrates es fundamental la defensa de una verdad objetiva, que se manifiesta en la definición esencial o definición socrática, en total oposición al convencionalismo de los sofistas. Esta verdad está en nuestro interior y debemos ayudarla a salir (mayéutica). Platón lo asume y profundiza en su fundamentación filosófica, postulando la existencia de esencias separadas o ideas en un mundo superior y diferente al nuestro. Estas ideas son el fundamento del ser de las cosas y de la existencia de verdades objetivas. Este dogmatismo ontológico se enfrenta a cualquier convencionalismo relativista y, por supuesto, a todo escepticismo.

El conocimiento de estas ideas o esencias está en nuestro interior, pues las hemos conocido cuando nuestra alma, antes de estar prisionera en un cuerpo, existía en el mundo superior o celeste (híper uranós). Conocer es recordar, dar a luz, conforme a la mayéutica socrática, a las ideas que se encuentran en nuestra alma.

Sócrates aplica su actividad dialogante a la búsqueda de los conceptos morales, como el Bien, la Justicia, la Piedad, etc., pues presupone que el conocimiento del Bien conlleva necesariamente su realización. Es el llamado “intelectualismo moral”. Platón continúa esta tradición intelectualista, que ya encontramos en los pitagóricos antes que en Sócrates. El retorno al mundo de las ideas se realiza como consecuencia de nuestra actividad intelectual. Es la dialéctica, la que alejándonos de imágenes y conocimientos sensibles, meras opiniones sobre las cosas, nos acerca al conocimiento de las ideas y, sobre todo, de la idea de Bien.

Toda la construcción intelectual de Platón se cimienta sobre Sócrates. El influjo de Sócrates, expandido y profundizado con otros influjos y orientaciones, está presente en toda la obra de Platón, tal como se puede apreciar con toda claridad en el diálogo República que estamos comentando.