La valoración con la que Platón concluye el análisis de la política de su tiempo es totalmente pesimista. Los gobiernos funcionan mal y es difícil que mejoren.
Todo ello explica que su metodología, en el análisis filosófico de la polis, no se base en la experiencia vivida por él mismo, sino que en coherencia con su tesis del mundo de las ideas, presenta en su diálogo República una visión ideal del funcionamiento de la polis. Platón construye una utopía. No pretende decirnos cómo funcionan las ciudades–estado, sino como deberían funcionar, en consonancia con sus teorías metafísicas, antropológicas y éticas.
Podemos considerar a Evemero, filósofo helenista de la escuela de Cirene, como al precursor, junto con Platón, de la literatura utópica, que tanta difusión alcanzará posteriormente. Su obra Crónica Sagrada es una narración anovelada en la que describe su viaje a la isla de Panquea, en el océano Índico, la cual tenía una organización política colectivista. Refiere que encontró una inscripción que explicaba el origen humano de los dioses.
Posteriormente, tanto en el Renacimiento como en la época contemporánea, se ha dado un florecimiento de este género literario.