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La Madre del Cordero

Un lugar para el estudio y la reflexión

Platón: La Física Presocrática

No obstante este clima contrario, tal como podemos comprobar en “Las nubes” de Aristófanes, Platón recoge y sintetiza la física presocrática en su diálogo “Timeo”.

El primer problema planteado sobre la naturaleza es conocer el argh, dando amplia cabida a los pitagóricos.

Con Anaxágoras se produce un salto cualitativo, pues frente al materialismo mecanicista de Demócrito, según el cual los átomos materiales se mueven eternamente en el vacío uniéndose y separándose, teoría que será seguida por parte de Epicuro, Anaxágoras defiende un principio cualitativamente diferente: la inteligencia o nous que organiza y ordena la naturaleza formando un cosmos.

En el “Timeo”, Platón nos habla de un ser cuya situación en su jerarquía ontológica es difícil de precisar. Se trata del Demiurgo, el hacedor o constructor primigenio, el cual, contemplando a las ideas como modelos y actuando sobre una materia eterna, origina un mundo ordenado, bello y bueno, pues las ideas y el Demiurgo son tales y lo que producen es necesariamente así.

La teoría sobre el Demiurgo es recogido por Filón de Alejandría y posteriormente por los teólogos-filósofos cristianos, como un precedente del Dios creador, que la filosofía griega había “robado” de la revelación bíblica. Aristóteles está en total desacuerdo con este ser superior creador. Para él Dios, acto puro, no se relaciona con el mundo, sólo es el motor inmóvil pero moviendo como causa final. Esta teoría sobre el Demiurgo mantiene su influjo durante toda la Edad Media y es valorada por la tradición cristiana incluso en el Renacimiento. Rafael al pintar su Escuela de Atenas muestra a Platón portando el “Timeo”.