Marx nos recuerda en el texto que comentamos que tanto los jóvenes como los viejos hegelianos, como idealista que son, han prescindido de la base real sobre la que descansa toda la estructura de una sociedad concreta e históricamente perteneciente a un modo de producción determinado. Todos ellos analizan y pretenden cambiar únicamente productos de la conciencia, en definitiva, frases y palabras. Los problemas reales se encuentran en la base o infraestructura económica. En consecuencia Marx se dedicará a estudiar a los economistas clásicos y, entre éstos al más importante, a David Ricardo.
La teoría económica del liberalismo más evolucionado fue fundamentalmente obra de David Ricardo. Aunque la economía clásica pretende ser un sistema lógico y cohesionado, posee dos posibles orientaciones básicas muy diferentes que originan, con respecto a la sociedad y a sus estructuras económicas, puntos de vista y valoraciones divergentes. Según David Ricardo esta diversidad refleja dos concepciones de la naturaleza que se encuentran implícitas en la filosofía moderna.
- El orden natural es simple, armonioso y benéfico.
- El orden natural está desprovisto de atributos éticos. No tiene relación alguna con la razón, la justicia o el bienestar humano.
Este contraste aparece en la teoría económica de David Ricardo:
- La teoría económica enfocada desde la estática social es la teoría del intercambio de bienes en un mercado libremente competitivo. En él los productores individuales aportan sus productos y los intercambian con otros productores. Los precios los fija el mercado sin intervención de fuerzas extrañas. En éste todos intentan comprar lo más barato posible y obtener el mejor precio posible en sus ventas. El mercado libre sirve a los interese de todos por igual y, por tanto, consigue el mayor bien para el mayor número de personas. La libertad de cambio produce una armonía natural de intereses.
- La economía desde el punto de vista de la dinámica social es la teoría de la distribución del producto total entre los productores. Es un estudio de las leyes que determinan el reparto del producto de la industria entre las clases que intervienen en su formación. Desde esta perspectiva, la sociedad estaría compuesta, más que por individuos, por clases. La distribución se realiza conforme a un sistema de clases cuyos intereses, al efectuar la distribución, están enfrentados entre sí. Como consecuencia, la situación típica de una sociedad bajo la perspectiva de una economía dinámica, es el conflicto de clases. Como conceptos y teorías principales, atendiendo a los tipos de ingresos en que se divide el producto de la industria, presenta David Ricardo las teorías de la renta, de la utilidad y de los salarios. Para superar el confuso orden de precios que se produce en el mercado, introduce la teoría del valor trabajo, conforme a la cual el valor de una mercancía se fija por la cantidad de trabajo necesario para producirla. La perspectiva dinámica se basa en leyes de evolución social y en una economía en expansión, sin embargo la esperanza de futuro es problemática, en modo alguno las leyes dinámicas consiguen una justicia y una armonía natural de intereses.
Marx estudiará y. posteriormente, recogerá en su obra El Capital muchas de estas teorías de David Ricardo.