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La Madre del Cordero

Un lugar para el estudio y la reflexión

Platón: Aristóteles

A los 17 años Aristóteles se traslada a Atenas para estudiar en la Academia de Platón, en la que permanece durante 20 años hasta la muerte del maestro. Durante estos años mantiene estrecha relación con Platón, como discípulo y amigo, lo que deja profunda huella en su pensamiento, y aunque su evolución intelectual y su inclinación a los estudios empíricos lo alejan de las tesis más radicales del platonismo, en muchos aspectos hay una continuidad entre el pensamiento de ambos.

Durante su permanencia en la Academia, los escritos de Aristóteles concuerdan con el pensamiento de su maestro. Escribe diálogos, que no han llegado hasta nosotros, en los que mantiene la teoría de la reminiscencia, la preexistencia y la inmortalidad del alma, etc., teorías que más tarde rechazará.

Al morir Platón, Aristóteles abandona Atenas, probablemente por desacuerdos con Espeusipo, sobrino de Platón, que quedó al frente de la Academia. En este periodo de viajes y estancias en otras ciudades, Aristóteles escribe algunas obras de Biología, la mayor parte de la Lógica, la Física, Ética y Política, y comienza a esbozar su Metafísica.

Critica sistemáticamente la teoría de las ideas, recogiendo algunos argumentos y dudas que encontramos ya en la Academia, en vida de Platón:

Las ideas son innecesarias e insatisfactorias pues podemos explicar la verdad, el mundo, etc., sin recurrir al mundo de las ideas. Además la causalidad queda insuficientemente fundamentada.

Es una teoría que contiene absurdos: Imitar o participar parecen metáforas sin un significado claro. No parece razonable admitir ideas perfectas de lo imperfecto (lo malo, lo feo, lo negativo,…) Multitud de ideas fundamentan una sola cosa. El argumento del tercer hombre, que ya encontramos en Platón, y nos hace caer en un proceso infinito de ideas de las ideas.

Es una contradicción hablar de una sustancia que tenga su esencia separada y fuera de sí misma, (esta argumentación no procede, pues Platón nunca habló de sustancias).

En un tercer periodo, encontramos a Aristóteles de nuevo en Atenas donde ha abierto su propia escuela, el Liceo. Además de culminar obras y temas iniciados en el periodo anterior, se dedica a investigaciones sistemáticas y detalladas sobre la naturaleza, algunas sólo dirigidas por él y escritas por sus discípulos, en las que se muestra como el gran observador empírico que conocemos. En este periodo, Aristóteles ha superado plenamente los dualismos ontológico y antropológico de Platón, y ha desarrollado su teoría del conocimiento basada en la experiencia. El platonismo permanece, aunque un tanto escondido, las ideas o formas separadas se han convertido en la forma o esencia de las sustancias materiales de nuestro mundo. Junto al imperfecto mundo terrestre sublunar, en que nos encontramos, existe un mundo celeste, supralunar, perfecto.

Las teorías platónicas que encontramos en el texto de la República que comentamos, han evolucionado en Aristóteles, el discípulo más importante de Platón.